
El 2 de mayo se conmemora el Día Internacional contra el Acoso Escolar, una fecha establecida en 2013 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) con el objetivo de concientizar sobre los riesgos de la violencia en los centros educativos y promover estrategias para su prevención.
Desde el Equipo de Orientación de la E.C.L.G.S.M., nos sumamos a esta iniciativa para reflexionar sobre la importancia de erradicar el acoso escolar en todas sus formas y reafirmar nuestro compromiso con la construcción de relaciones basadas en el respeto, la empatía y la solidaridad.
El acoso escolar: un problema que nos involucra a todos
El acoso no es un problema que afecte únicamente a quienes ejercen la agresión o a sus víctimas, sino que involucra a toda la comunidad educativa, incluyendo a quienes, de manera indirecta, observan o normalizan estas conductas. Se trata de un fenómeno grupal en el que cada uno de nosotros tiene un rol fundamental para detenerlo.
Además, en la era digital, el acoso trasciende las aulas y se manifiesta a través de dispositivos tecnológicos, adoptando la forma de ciberbullying, una modalidad que amplifica el daño y requiere especial atención.
Construyendo ambientes escolares seguros y saludables
Como comunidad educativa, tenemos el deber y la responsabilidad de trabajar juntos para:
✔ Identificar y denunciar situaciones de acoso.
✔ Fomentar el diálogo y la empatía entre estudiantes.
✔ Promover el uso responsable de la tecnología.
✔ Generar espacios de contención para quienes atraviesan estas situaciones.
El principio de corresponsabilidad nos recuerda que todos —docentes, estudiantes, familias y personal institucional— somos parte activa en la creación de un ambiente escolar libre de violencia, donde prevalezcan el respeto, el encuentro y el crecimiento integral de cada individuo.